Es muy triste que a día de hoy aún sigamos con situaciones absurdas y ridículas a partes iguales, diría que kafkianas pero tengo miedo de que alguien me empieze a preguntar por Kafka martillo en mano… A continuación un extracto del relato en primera persona de lo sucedido:
Les pongo en situación. 10.30 horas de la mañana en un autobús que me conduce a la ciudad en que se encuentra mi Universidad. Como habitualmente suelo hacer, busco algo en mi mochila para leer y, casualidades de la vida, escojo «El juego de rol del capitán Alatriste». En ese preciso momento el hombre sentado a mi lado empieza a ponerse nervioso y en voz muy alta comienza con una retahíla de lindezas tales como: «¡Satánico, apártate de mi lado, asesino!». Ahí comenzó la debacle. El conductor paró el autobús, el hombre y sus seguidores –varios viajantes, monja incluida– se movieron de su lugar hacia otro más seguro y comenzaron las miradas acusatorias hacia mi persona.
Puedes leer el relato completo aquí.